(FIESTA: 18 de enero)

   San Faz o Fazzio, fue uno de los santos personajes que dieron al siglo XIII un esplendor único en su historia.                                                                         Nació en Verona, durante los desórdenes civiles ocurridos al comenzar el siglo. Las encarnizadas persecuciones le obligaron a tener que ir a ejercer su profesión de orfebre a Cremona, hacia el año 1226. Allí, como en su tierra la caridad le llevaba gran parte de su tiempo, aunque la ciudad le confió el reparto de las limosnas.

Llegó a su conocimiento que Verona estaba de nuevo sumida en toda clase de disensiones civiles y devastaciones; hacía allá se encaminó y se constituyó en ángel de paz; pero su celo era demasiado desinteresado para que no se llegara a considerarlo como poco sincero. Las calumnias desnaturalizaron malévolamente todas sus solicitudes; acabaron arrojándole a una cárcel. Allí es donde Dios iba a hacer brillar su virtud.

Los calabozos estaban al colmo, varios de los encarcelados, agotados por las privaciones morían. A muchos, les curó la oración del santo. El clamor de sus prodigios extendiéndose pronto y pronto le liberaron, más como viera su importancia ante la obstinación de sus conciudadanos, se volvió a Cremona, levantó un oratorio y un hospital del Espíritu Santo, entregándose con varios otros que le siguieron, a toda clase de obras de misericordia.

Más tarde fue en peregrinación a Roma y a Santiago, de vuelta, de vuelta, a su segunda patria fue nombrado por el obispo como Visitador General de los monasterios de su diócesis. Murió en 1272 en su hospitalidad, al que  había entregado todos sus bienes. Numerosos milagros obrados durante su vida y después de su muerte, atestiguaron su gran santidad.

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