Espiritualidad y devociones
El fin supremo de nuestra consagración es: la gloria de la Santísima Trinidad y la santificación de las almas, matizándolo todo por una mayor entrega al Espíritu Santo, a la oración por la Iglesia, por el Sumo Pontífice y por las almas necesitadas del influjo y gracia del Divino Espíritu. En nuestra orden el influjo del Espíritu Santo y docilidad a sus inspiraciones es fundamento de nuestra vida
La espiritualidad de la orden está impregnada del amor a la “Virgen Santa Maria” la siempre fiel y templo del Espíritu, siendo ella la fundadora de las religiosas, pues nuestro fundador Guido de Montpellier legó a la posteridad su piedad filial para con ella. (Comentario a las constituciones)
Durante el día rezamos los himnos litúrgicos: “Ven Creador Espíritu”(Veni Creator Spíritus) y “Ven Espíritu Santo”(Veni Sancte Spíritus) pidiendo su asistencia.
Son características de nuestra orden las devociones al Espíritu Santo como a la santísima trinidad, y a la santa Faz.
* Como preparación para Pentecostés rezamos la “novena al Espíritu Santo” que comienza el sábado anterior al domingo de la ascensión de nuestro Señor, y “los siete viernes del Espíritu Santo”, donde pedimos cada viernes un don del Divino Espíritu, comenzando el primer viernes de la semana de Pascua de Resurrección.
* Parte de nuestras devociones son las preces al Espíritu Santo y las invocaciones al Espíritu Santo.
* La Corona en honor al Espíritu Santo es una devoción que se propaga a los fieles rápidamente. Consta de un rosario de cuentas rojas, dividido en cinco partes; en cada una de ellas hay siete perlas que se pasan diciendo invocación al Espíritu Santo. En cada parte o misterio se proclama y medita la acción del Espíritu Santo en la vida de nuestro Señor Jesucristo.
* Dentro de nuestra espiritualidad es de suma importancia el culto a la Santísima Trinidad; como nuestro Padre fundador lo dejo plasmado para la eternidad: “El culto a La Augusta Trinidad sea tu principal ocupación entre todas tus ocupaciones”. Por esta razón rezamos el Trisagio a la Santísima Trinidad.
* La Orden ha tenido siempre una gran devoción a la Santa Faz de Jesús y a ella consagra sus oraciones.