La oración unida a la misericordia es hacer presente la acogida y el amor del Espíritu Santo en los mas pobres y necesitados, como lo que eran para nuestro Padre Fundador el Beato Guido de Montpellier, y lo que son para nosotras nuestros Señores.
La acción del Espíritu Santo en el Alma es ver en los pobres el Rostro Sufriente de Nuestro Hermano Mayor Jesucristo.