¡Ven, Espíritu Santo!
Y danos tus sientes dones, ¡Oh dador de todo bien!;
Y enriquece mis palabras con el Don de consejo;
Y enciende mi corazón con el Don de Piedad;
Y robustece mi debilidad con el Don de Fortaleza;
Y dame reverencia filial para con Dios con el Don de Temor;
Y enséñame a ver a Dios en todo con el Don de Ciencia;
Y haz que penetre las verdades reveladas con el don de Entendimiento;
Y dame a saborear lo divino con el Don de Sabiduría;
Y llena mi alma con la alegría de tus frutos;
Y hazme gustar de tus frutos;
Y hazme gustar de la dicha de las Bienaventuranzas;
Gloria a ti, amor de los amores:
Por los siglos de los siglos.
Amén.